Opinión | España, corazón de campeón

22 septiembre, 2015 apiedecancha campeon, corazon, Opinión

Se acabó. El Eurobasket 2015 ha terminado. Para nosotros los españoles, este europeo será recordado siempre ya que nos hemos proclamados campeones por tercera vez en nuestra historia, y tercer campeonato de los últimos cuatro disputados. Para el recuerdo de todos quedará la actuación de Pau Gasol en las semifinales contra la anfitriona Francia, de tal magnitud, que dentro de unos años nos podemos hacer la pregunta ¿recuerdas cuando Gasol hizo 40 puntos a Francia, en Francia? Esta actuación ya quedará en nuestros recuerdos como el 3 de septiembre de 2006, día que nos convertimos en campeones del mundo o el 10 de agosto de 1084, el 24 de agosto de 2008 y el 13 de agosto de 2012 cuando conseguimos las medallas de plata en los juegos olímpicos de Los Ángeles, Pekín y de Londres respectivamente.

Al estar este EuroBasket un año antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y España no haber conseguido el pase directo en «nuestro» MundoBasket del pasado año, teníamos la misión de conseguir el pase, y lo hemos hecho y ¡a lo grande! Nadie esperaba que lo hiciéramos de forma directa. Todos estaríamos contentos con haber llegado hasta cuartos para clasificarnos para el preolímpico. Después del comienzo contra Serbia y el partido de Italia, parecía que el enfermo ya estaba grave y que estaba esperando la fecha de la muerte, primero contra Alemania, que después de tener una ventaja considerable, “echarse a dormir” y estar a un solo tiro libre de ir a la prórroga y ahí quién sabe qué hubiera pasado, pero ese día la suerte estuvo de nuestro lado e hizo que Dennis Schröder, ese chico que a pesar de la tensión del momento seguía hasta el momento, sin ápice del nerviosismo que había en el ambiente fallara el tiro libre e hiciera que nos citáramos contra Polonia en octavos de final. Ya no había derrota posible, un fallo más y nos despediríamos del oro, pero lo más importante de Río de Janeiro 2016.

Pero el partido contra Polonia seguía los mismos pasos que el de Alemania. Acabó ganando de 14 puntos, sí, pero engañoso, ya que tenía tintes dramáticos durante los tres primeros cuartos del partido. Con un protagonista habitual, pero no en esa faceta del juego, Pau Gasol. Con una lesión que por recomendación médica le hicieron alejarse de la zona, se vistió de Juan Carlos Navarro para firmar un 6 de 7 en tiros de tres puntos. Ahora tocaba Grecia. Invicta, con una buena combinación entre madurez y juventud, con uno de los mejores base-escolta de la última década en Europa, Spanoulis y con un jugador llamado a ser la gran referencia en la selección helena, el NBA de origen nigeriano Antetokoumpo. Scariolo decidió a partir de aquí, reducir la rotación a sólo ocho jugadores, San Emeterio, Vives, Hernangómez y Aguilar ya no jugarían más en lo que quedaba de campeonato hasta la final y de manera testimonial, salvo el San Emeterio que jugó 19 minutos por la lesión de Rudy Fernández. Un partido muy incómodo, en con un primer cuarto soporífero y con un segundo cuarto en el que dimos un golpe encima de la mesa y nos vimos en semifinales, pero no era así, o por lo menos tan fácil. Quedaban 20 minutos de partido y los griegos nos plantaron pelea, sobre todo con un parcial 14-3 justo tras la salida de los vestuarios que los ponía por delante en el marcador. Abajo en el marcador, sacamos a un “espartano” ya de sobra por su valor y fuerza en momentos así, Felipe Reyes, el capitán, y un jugador que nadie esperaba, Víctor Claver, que a partir de ese momento comenzó a hacerse fuerte en cada partido. Acabamos ganando de dos puntos y con un tiro desde el su campo de Antetokoumpo, que a todos se nos paró el corazón por un segundo, pero no entró. Y con esa victoria nuestra “meta” estaba conseguida. Preolímpico. Sobre todo al ver nuestro rival, Francia y el partido en su país, con su afición, con el recuerdo de la final del EuroBasket de 2011, que ganamos y de los JJOO de Londres 2012 en cuartos de final, con mismo ganador, pero a su favor estaba el EuroBasket de 2013, que caímos en semifinales, que a la postre serían los ganadores del torneo y en el MundoBasket de 2014 disputado en España, que nos eliminaron en cuartos. El recuerdo que nos queda de ese partido es la actuación de Pau, menos mal, porque si no, todos recordaríamos ahora mismo, posiblemente otra eliminación a manos de nuestro país vecino. Sufrimiento de principio a fin, con la defensa española apareciendo y desapareciendo, como el tiro lejano, solo 4 de 21 intentos. Francia y sus NBA Parker, Diaw, Batum… también intermitentes apareció la figura de Gobert, en línea muy ascendente desde que Kanter abandonara Utah dirección Oklahoma City. Pero ahí surgió nuestro titán, Pau, para pararlo a él y toda una nación, a la cuál enmudeció. Prórroga para el recuerdo… y ¡a la final! Finalmente no nos pudimos “vengar” de Serbia por el primer partido y por la eliminación en el MundoBasket de 2010. Lituania sería el rival. Maciulis, Valanciunas, Kuzminskas… Final perfecta para los españoles, no solo por el resultado, el oro, sino por la actuación de todo el equipo, Llull, Sergio Rodríguez, Rudy (hasta la lesión). Oro, pase directo para los JJOO del verano que viene, agigantar la leyenda de jugadores que son leyenda, para la selección y para el baloncesto mundial ¿qué más se puede pedir?