NBA | La indigestión de Enes Kanter.
El pívot turco, que está promediando 14’4 puntos y 11 rebotes en su última temporada de contrato con los Knicks, no pudo completar el entrenamiento del pasado jueves por una indigestión provocada por haberse comido siete hamburguesas.
Quién sabe si por culpa de esa indigestión no disputó ni un minuto esta madrugada ante los Pacers, partido que seguramente hubiese sido uno de los últimos con la camiseta de los neoyorquinos, pues cada vez suenan con más fuerza rumores de traspaso, concretamente a los Sacramento Kings a cambio de Zach Randolph, tambien expiring.
Con este movimiento todas las partes saldrían beneficiadas: los Knicks allanarían su camino hacia el tanking, Kanter tendría la oportunidad de luchar por los playoffs y de ganarse un buen contrato este verano, Randolph volvería a jugar (está fuera de la rotación de los Kings) y los de Sacramento ganarian un recambio para Cauley-Stein.
Sin embargo, Kanter debería tener cuidado con este tipo de comportamientos, no vaya a ser que los equipos pierdan interés en sus servicios y lo que se indigeste sea su futuro.
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