¿Recuerdas…? | Michael Jordan fulmina a los Jazz con 39ºC de fiebre
Uno de los partidos más legendarios de la NBA fue el quinto partido de las finales de 1997 entre los Chicago Bulls de Michael Jordan y los Utah Jazz de Stockton y Malone. Era el tercer partido en Utah y la serie estaba empatada (2-2) entre ambos equipos. La balanza se terminó inclinando hacia el equipo de Chicago gracias a una actuación estelar de Michael Jordan, que anotó 38 puntos, repartió 5 asistencias y capturó 7 rebotes, posicionando de esta forma a los Bulls a una sola victoria del que sería su quinto título NBA.
Pero este partido no pasó a la historia como simplemente una actuación estelar más de Jordan, esta actuación fue quizás la más mítica de todas, esta fue la que hizo de él un héroe, un mito. Este fue el famoso «partido de la gripe» (Flu game).
Horas antes de empezar el encuentro se filtró la noticia: Jordan estaba en el hotel con gripe y 39°C de fiebre y no se decidirá hasta poco antes de empezar el partido si Phil Jackson podría contar con Michael o no.
Como ya sabemos, Michael Jordan jugó y decidió el choque. Radios, cadenas de televisión y periódicos se encargaron de ensalzar la proeza hasta el punto en el que la mayoría de los aficionados al basket se terminaron de convencer de que Jordan era el mejor jugador de todos los tiempos. No solo era el mejor de todos los tiempos, era el mejor y estaba en activo. Porque era invencible. Ya no había que esperar para juzgar. Muchos ya habían visto todo lo que tenían que ver para decidir.
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