NBA | La dura vida de Jimmy Butler
No todo siempre es de rosas, ni siquiera para los que están más arriba, saliendo de la nada, en barrios donde las armas, las drogas, y todo lo «Gangster» convive junto a decenas de familias que lo único que quieren es poder salir adelante. Hoy en día, tenemos muchos casos de estos, como lo es el de Lebron James, como lo fue Allen Iverson, y muchos más. Pero hoy, nos vamos a centrar en un jugador, que hay muchas personas que no le cae bien, puede ser por su ego, o por su actitud frente al vestuario. Hablamos de Jimmy Butler III, el escolta de 29 años, que hoy está en la lucha por el anillo con los Philadelphia 76ers.
Viajemos hacia 1989
El 14 de septiembre de 1989, en Houston, Texas. Nacería un jugador que siempre quiere darlo todo, y cree en lo imposible. «A mi me han enseñado que todo es posible» dijo en una entrevista para ESPN. Su infancia, empezó en un barrio no muy bueno, y ya sin su figura paterna, debido a que les había abandonado apenas nació. Con 12 años, con una sustentabilidad económica muy pobre en su casa, su madre decide echarlo de casa. «No me gusta como luces, lárgate. Son las últimas palabras que recuerdo de ella», continua Jimmy. Un niño todavía, que vivía por las calles de Houston, deambulando e intentando encontrar donde comer y dormir. A pesar de todo lo malo que estaba sucediendo para él, encontró una luz, algo con lo que podía salir adelante, y eso era el baloncesto. Gracias a este deporte, pudo hacer varios amigos, entre ellos Jordan Leslie, compañero del instituto que le conoció por un concurso de triples. Su madre, Michelle, lo había adoptado pese a sus 4 hijos, y esa es la verdadera familia para el escolta.
Su llegada a la NBA
Luego de ser una pieza clave en la universidad de Marquette, jugando 3 temporadas con ellos, llegando a promediar casi 16 puntos y 6 rebotes en su última temporada, pero en lo que más se destacaba era en el lado defensivo, siendo considerado uno de los mejores defensores de todo el país. El escolta ya con casi 22 años, se daría como elegible para el draft de 2011. «Nunca han confiado en mí, y cuando lo hacen, es cuando más motivado estoy». Ese año, sería elegido en la última posición de la primera ronda, es decir, en la número 30 por los Chicago Bulls. En su primera temporada, no había casi disputado minutos, promediando menos de 10 por partido, aunque en su segunda, ya explotaría, jugando 26 minutos de media y rozando los 10 puntos.
Del anonimato al estrellato
Unos Bulls, muy tristes debido a las lesiones de su MVP, Derrick Rose, que no alcanzaba a jugar y ya se lesionaba de nuevo, pero fue la oportunidad de oro para Butler, que cada año iba a más. En la temporada 2014-2015 que fue su año de explosión, el jugador llegó a los 20 puntos y casi los 6 rebotes. Disputando así su primer All-Star, y ganando el trofeo al jugador más mejorado. En las próximas tres campañas, seguiría jugando el partido de las estrellas, y siendo uno de los mejores escoltas de la liga.
Un cambio de aires
El salir a la pista y hacer su trabajo era genial, pero ser un jugador profesional requiere mucho más, y si eres el jugador franquicia, más aun. Butler era el mejor entrenando, jugando, y siempre con mucha actitud, pero hasta un punto, porque sus compañeros poco a poco se iban cansando de todas sus muestras o reacciones frente a los problemas, debido a su personalidad tan dura y ruda que ha forjado en su adolescencia. Por esa razón, el equipo y el jugador llegaron a un acuerdo de traspaso, que mandaría a Butler a los Minnesota Timberwolves, a cambio de Zach Lavine, Kriss Dunn y un pick que terminaría siendo Lauri Markannen (Los tres jugadores más importantes del proyecto actual de Bulls). Jimmy, llegaba a unos jovencísimos Wolves, donde tendría que liderar junto a Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns para luchar por el anillo.
Su paso por los Minnesota Timberwolves
Llegaba a los Wolves como la última pieza para que el proyecto empiece a dar sus frutos, además de que los jóvenes ya iban a tener un poco más de experiencia, aunque no fue todo como esperaba. De nuevo, la plantilla tenía problemas por las actitudes que tenía Jimmy, diciendo en varias ocasiones el jugador que no quería seguir allí, debido a que no estaba en un ambiente ganador, y que estrellas como Wiggins no entrenaban lo suficiente. A pesar de ello, su única temporada, disputaron los Playoffs, pero en primera ronda cayeron eliminados contra los Rockets 4-1.
Otro Traspaso
Al comenzar está temporada, luego de un verano lleno de rumores de traspaso y mucho humo, Butler juega con los Wolves unos 10 partidos, obviamente muy abucheado, pero él siempre con el mismo objetivo y tipo de motivación. Finalmente, el jugador fue traspasado de allí, y cae en otro proyecto parecido al de Wolves, pero con sensaciones mejores, llegando así a los Philadelphia 76ers. Esta vez, Jimmy no sería el líder del equipo, asumiendo un rol menor, pero importante también. Con muchas menos noticias de que hay quejas del equipo o de él. Además, debemos recordar que en los Sixers ha jugado una leyenda que ha pasado por cosas similares, como lo es Allen Iverson, que estuvo muy contento desde el minuto 1 con su llegada. A día de hoy, Butler no fue All-Star, pero está haciendo una buena campaña, y haciendo todo lo posible para conseguir ese deseado anillo, y el año que viene, es otra historia, porque acaba contrato y casi seguro que querrá un máximo, pero en Philadelphia no se lo pueden ofrecer.
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