NBA | ¡Hasta siempre Kobe!

Y el día llegó, Kobe Bryant es oficialmente un exjugador de la NBA. Ya no volveremos a ver a The Black Mamba en el Staples Center anotando, como lleva haciendo 20 años, pero ya es una leyenda. Es verdad que sabíamos el final llegaría desde que el 30 de noviembre del pasado año lo anunció en una emotiva carta. 

No nos abandona un jugador normal. Nos abandona el mejor jugador, sin duda, de la primera década del siglo XXI. Nos abandona el tercer máximo anotador de la historia de la NBA con 33.643 puntos, un MVP, un 2 veces MVP de las finales, 18 veces All Star… y por su puesto, ganador de 5 anillos (a uno del tan perseguido por la Mamba, Michael Jordan).

Es cierto que en cada campo al que iba tras el anuncio de retirada, le brindaba su correspondiente tributo, pero ninguno como el del Staples Center. Todo giraba en torno al 24. La pista engalanada con los dorsales 24 y 8 en dónde habitualmente podemos encontrar el logo laker, la estación de metro cercana al pabellón cambió su nombre por un día para pasarse a llamar Kobe Station. Por supuesto no podían faltar a la fiesta famosos, como Jack Nicholson (que volvía a ocupar su localidad habitual tras muchísimo tiempo), los raperos Jay-Z y Snoop Dog, el futbolista inglés David Beckham y por su puesto, su familia.

¿Sobre el partido? 60 puntos el día de su despedida. Fue la 25ª vez en su carrera que llegaba a esa cantidad. No lograba tantos puntos desde el 2 de febrero de 2009 en el Madison Square Garden contra los Knicks, aunque aquel día logró 61. Todos sus compañeros tenían una consigna clara, balones a Kobe, lo que provocó que la defensa de los Jazz se centrara el escolta y tuviera un comienzo titubeante. Pero pudo rehacerse con 15 puntos en el primer cuarto. En comienzo del segundo cuarto, tuvo minutos de descanso y solo consiguió anotar 7 puntos y se fueron al descanso perdiendo de 15 (57-42). Pero era el día de Kobe, era el #MambaDay y eso nadie se lo podía arrebatar.

Salió del descanso y se echó el equipo a las espaldas, como en épocas anteriores. En el tercero volvió a anotar 15 puntos de los 24 que anotó su equipo. Pero lo mejor estaba por llegar, quedaba el último cuarto o lo que es lo mismo, los últimos 12 minutos en la carrera de una leyenda. Anotó 23 puntos de los 35 de su equipo y pudieron dar la vuelta al marcador, ya que iban 12 abajo a falta de sólo 4 minutos y dejaron sin anotar a los Jazz en los últimos minutos. Su último punto que consiguió en la NBA, fue como cuando superó en anotación a Michael Jordan, de tiro libre. Aunque su última acción fue una asistencia a Clarkson para que se adornara con un mate. A falta de 4,1 segundos, Byron Scott decidió que el Staples le diera su última despedida a esta leyenda. Ovación cerrada para un mito, para una leyenda.

Con los 60 puntos que logró, consiguió el récord de un Hall of Fame (porque nadie tiene ninguna duda de que lo va a ser) de puntos en el día de tu despedida, lo más parecido hasta la fecha eran los 41 puntos que logró Jordan Crawford el 16 de abril de 2014, ya que posteriormente se fue a China.

Kobe Bryant, el jugador más odiado quizá de la historia de la NBA, entre aplausos y lágrimas en los ojos de los aficionados que ya no podrán volver a verle jugar, se despidieron mutuamente. No volveremos a verle saltar a la pista, no volveremos a ver esa ambición que le ha llevado hasta el Olimpo del basket. Siempre nos quedará en el recuerdo sus 81 puntos, los 5 anillos, sus mates, sus canastas imposibles, siempre nos quedará su legado.

Kobe Bryant, sobre las 7 de la mañana (hora en España), dejó de ser jugador de la NBA, para ser una leyenda.

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