NBA | Cura de humildad.

Tras un mes de noviembre casi perfecto y diez victorias consecutivas, los Lakers vivieron anoche su peor momento en lo que llevamos de temporada.

Hasta ayer, todo era felicidad en la franquicia angelina. El equipo funcionaba bien, LeBron y AD se postulaban (y siguen haciéndolo) como firmes candidatos a MVP y DPOY respectivamente y las victorias caían una tras otra, independientemente del nivel de concentración y exigencia con el que afrontaran el partido.

Y ahí estaba el problema. Llegaron los Mavs, uno de los mejores visitantes de toda la competición (6-0 contra equipos de la conferencia Oeste en lo que llevamos de temporada), y barrieron por completo a los de oro y púrpura tras pasar por vestuarios. Con varias marchas menos que su rival, los Lakers no supieron reaccionar y cayeron enredados en el coral juego texano, acabando totalmente desquiciados y pagándolo con los árbitros -las protestas locales fueron una constante desde mediado el segundo cuarto-.

La lección para los angelinos debería ser bastante fácil de entender: Cualquier equipo puede ganarte si no planteas el encuentro con la intensidad adecuada. En ocasiones, como sucede en este caso, el talento puede hacerte ganar los partidos con apenas diez minutos de esfuerzo, pero esto no suele salir bien a largo plazo.

Con un mes de diciembre terriblemente exigente por delante (con enfrentamientos ante Denver (x2), Jazz, Bucks, Clippers y los propios Mavs, entre otros), veremos si cambian el chip con el que venían disputando sus últimos encuentros, pues no les bastará con diez buenos minutos para seguir sumando victorias.


¿Eres usuario de TELEGRAM? Te invitamos a nuestro Canal de Telegram, tan solo toca el siguiente enlace:

Samardo Anthony

Hablando y disfrutando de la NBA aquí y en Youtube.