NBA | Jahlil Okafor desafía a la historia con su debut

En junio de 1969, los Milwaukee Bucks acudían al draft de la NBA con el privilegio de poseer la primera elección en juego. El pobre record cosechado en la temporada anterior les había permitido optar al clásico cara o cruz en pos de dilucidar cual de los dos peores equipos de la liga optaría al premio gordo. La moneda caería del lado de Milwaukee y perjudicaría a Phoenix Suns, que debía conformarse con la segunda elección. Como no podía ser de otra manera, la franquicia del ciervo escogió a Kareem Abdul-Jabbar (por aquel entonces aún conocido como Lew Alcindor), un fenómeno de 2.18 metros que venía de comandar la mayor dictadura en la historia del baloncesto universitario, cosechando tres campeonatos consecutivos con UCLA (1967, 1968 y 1969), y copando al mismo tiempo todo tipo de galardones individuales.

Su debut en la mejor liga del mundo cumplió con creces todas las expectativas, ejerciendo un dominio poderoso en ambos lados de la cancha, que se traduciría en 29 puntos conseguidos un 18 de octubre del año 1969 en enfrentamiento ante Detroit Pistons. Comenzaba el legado de uno de los mejores jugadores jamás vistos sobre una pista de baloncesto.

Ayer, más de 46 años después, otro pívot vino a recoger el testigo dejado por el poderoso Kareem. En un enfrentamiento con aroma a clasicismo entre Boston Celtics y Philadelphia 76ers, la emergente superestrella formada en Duke, Jahlil Okafor, se iría a unos imponentes 26 puntos, mostrando su inagotable repertorio de movimientos al poste. Precisamente, esa maravillosa cifra de Okafor constituye el debut más productivo para un pívot (en el aspecto puramente anotador) desde los 29 de Abdul-Jabbar ante Detroit en 1969. Ya ha llovido desde entonces.

Un hecho que, más allá del puro valor estadístico, encierra un significado mayor: Okafor quiere continuar el legado de los grandes «centers» en NBA. Una especie relegada a la extinción debido a la revolución estilística que está sufriendo el baloncesto internacional. No obstante, aún quedan varios ejemplares vivos dignos de mención, como DeMarcus Cousins, Al Jefferson, Marc Gasol, Roy Hibbert, y ahora también Jahlil Okafor, próximo elemento destacado en el árbol genealógico.

Y por si no fuera suficiente, el estreno de Okafor también batió records históricos en su propia franquicia: ningún novato, desde Allen Iverson en 1996, anotaba tantos puntos en su debut con los Philadelphia 76ers.

Pase lo que pase a partir de ahora, su lugar en la efemérides está sellado durante un buen tiempo. Ahora solo quedará comprobar si lo visto anoche supera el mero espejismo, y Okafor puede liderar (junto a Nerlens Noel, su compañero de travesuras en el juego interior) una óptima reconstrucción en la ciudad del amor fraternal.

Armas y desparpajo para conseguirlo tiene. Ya se ha atrevido a desafiar a la historia.


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Javier Bógalo

Baloncesto como pasión, vicio, y consuelo.