NBA | Cinco apuntes sobre el Miami – Cleveland

La última jornada en la NBA fue testigo del primer enfrentamiento entre dos equipos que aspiran a comandar, esta misma temporada, la imprevisible Conferencia Este: Miami Heat y Cleveland Cavaliers. Un duelo rodeado por el morbo, que sin embargo nos regaló una serie de detalles interesantes que a continuación procederé a desmenuzar en cinco sencillos trazos.

1. Operación rescate.

Un quebradero de cabeza para Cleveland la temporada pasada, y por extensión para su entrenador David Blatt, fue tratar de acomodar las innumerables prestaciones de Kevin Love en la sintonía general del equipo. Una misión que no llegó a cuajar del todo, y que relegaría al genial ala-pívot californiano a un rol demasiado marginal, el de ser un simple «stretch-four» (interior que abre el campo). La falta de entendimiento entre jugador y plantilla sería el motivo central de la polémica veraniega. Una situación cuyo punto de partida se originaría en febrero, mediante unos tweets controvertidos de Lebron James en los que daba a entender que Love no estaba haciendo el esfuerzo por integrarse.

Sin embargo, el encuentro de ayer entre Heat y Cavaliers presentó un guión radicalmente antagónico al del año pasado. En dicho partido vimos a un Kevin Love muy participativo, manteniendo ese equilibrio perfecto entre juego interior y exterior que demostró en Minnesota, y en general, siendo el foco principal del juego ofensivo durante muchos tramos de la velada. Realidad acreditada por posesiones como esta:

Tras agarrar un genial rebote ofensivo motivado por el fallo de JR Smith, Love automáticamente se coloca en el poste bajo para generar ventajas sobre Dwyane Wade, que le marca. Mo Williams, el base de Cavaliers, espera pacientemente el momento preciso para meter la bola dentro y permitir que su compañero consiga la canasta fácil. Una jugada que muestra la voluntad del equipo por integrar a su ala-pívot en el flujo de ataque. La temporada pasada, Love registró un 21.6 % de Usage Percentage (el porcentaje de posesiones ofensivas que pasan por sus manos), mientras que esta temporada, después de dos partidos disputados, esa cifra se eleva hasta un respetable 25.7 %. Aún es pronto para realizar juicios definitivos, pero la lógica nos dice que dicha tendencia debería mantenerse. Repercutirá positivamente en su interés y en el del equipo.

2. Toneladas de versatilidad para Spoelstra.

Un repaso rápido a todas las plantillas de la liga dibuja una conclusión clara: muy pocos equipos cuentan con las posibilidades defensivas de Miami Heat, sobre todo si tenemos en consideración la profundidad rotacional del equipo (especialmente en posiciones exteriores), y el amplio abanico de opciones existente. Draftear a Justise Winslow fue un regalo casi caído del cielo, puesto que estamos hablando de un alero todoterreno capaz de aportar en múltiples aspectos del juego, y ser una amenaza en defensa casi desde el primer día. Miami puede llegar a colocar al mismo tiempo hasta a cuatro jugadores caracterizados por su notable intensidad defensiva (Wade, Winslow, Deng y Whiteside), e intercambiar sus posiciones para adaptarse a las circunstancias del rival y del momento. Cuando les hagan frente, los rivales tendrán que superar una primera línea de extrema presión (generada por Wade y Winslow/Deng, aunque el británico también puede actuar de «4» en quintetos pequeños), y si la superan, tratar de anotar en la zona patrullada por Whiteside, uno de los mejores pívots defensivos de todo el planeta.

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En el enfrentamiento de anoche ante Cavaliers se vio a un equipo que todavía está en fase de aprendizaje, con un Spoelstra que trata de acomodar, de manera óptima, a todas las piezas de que dispone. Y así lo atestigua el hecho de que cayeran derrotados. No obstante, el entrenador de origen filipino es un maestro a la hora de diseñar sofisticadas telas de araña, caracterizadas en gran medida por la presión, el uso constante de «traps» (trampas en defensa), y el intercambio de jugadores en la marca. Ahora mismo, cuenta con una plantilla exclusivamente diseñada para ello. Con tiempo y paciencia, van a desatar el terror en ese aspecto.

3. Un comodín llamado «Mo».

Una de las operaciones más infravaloradas de la temporada tal vez haya sido la contratación de Mo Williams por parte de Cleveland Cavaliers, que vuelve al equipo donde disfrutó de sus mejores días. Con la actual lesión de Kyrie Irving (y teniendo en cuenta su histórica fragilidad), la adquisición de Williams puede ser un factor clave a la hora de medir las posibilidades de este equipo. Estamos ante un base que sabe imprimirle ritmo al juego, no se complica excesivamente a la hora de tomar decisiones, y sobre todo, posee un lanzamiento de larga distancia que complementa muy bien al principal playmaker de la plantilla, Lebron James. Recordemos que, en su primera etapa compitiendo juntos, lograron cosechar 66 y 62 victorias en liga regular con Cleveland.

Las cualidades de Mo Williams se reflejaron muy bien en el partido de ayer ante Miami Heat. A pesar de que no tuvo su día más acertado en el tiro, permitió a los Cavaliers contar con una opción añadida en el lanzamiento lejano, lo cual contribuye a sanear el juego y aumentar los espacios de acción que poseen las superestrellas. Además, es una segunda opción útil a la hora de subir el balón y manejarlo en situaciones de media cancha, mejorando así mismo las prestaciones mostradas por Dellavedova, que sufre demasiado en este aspecto.

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4. El dragón esloveno debe volver a rugir.

Goran Dragic es una de las piezas clave en estos interesantes Miami Heat. De él depende, en gran medida, que el equipo logre disponer de una marcha más en ataque, y una chispa adicional de improvisación. No obstante, desde que llegara a la franquicia de Florida, no ha sabido encontrar ese espectacular estado de forma que demostró en Phoenix Suns, llegando a promediar 20.3 puntos y 40 % de acierto en triples durante la temporada 2013/2014, que palidece en comparación con los 16.1 puntos y 32 % de acierto en triples desde que fuera traspasado a Miami en febrero de 2015. Dragic parece no encontrar el estado ideal de confianza que le permite penetrar con explosividad a canasta, y ampliar el rango de opciones de su equipo. Como claro ejemplo de lo que planteo sirve esta posesión, donde se observa a un Dragic tímido en la conducción y poco decidido a la hora de culminar:

En su mejor versión, estamos ante uno de los exteriores más prolíficos en el drive&kick (penetrar y sacarla fuera) de toda la NBA, que además brilla con luz propia finalizando en la zona (sorprendente si tenemos en cuenta su tamaño y posición en cancha). Para Miami resulta crucial que logre integrarse en el sistema ofensivo del equipo, y para Dragic es imprescindible recuperar el grado de desparpajo natural que le caracteriza. Ese fue el objetivo principal de su fichaje.

5. Hace falta banquillo

La temporada pasada, el banquillo de los Miami Heat fue uno de los que menos anotó de toda la liga, registrando unos pírricos 26.6 puntos por partido. Para invertir la situación, llegaron este verano jugadores como Gerald Green, Amare Stoudemire o Justise Winslow (vía draft), piezas capaces de producir puntos aunque sea partiendo desde roles secundarios.

Anoche contra Cleveland, el banquillo volvió a quedarse en unos insuficientes 19 puntos (por los 32 del banquillo de Cavaliers), situación tan solo maquillada por Mario Chalmers, un clásico de la plantilla que se fue hasta los 8 puntos. El conjunto de Spoelstra sufrió mucho para generar opciones de ataque cuando Bosh o Wade, estrellas habituales del equipo, se tomaban un descanso. En la NBA actual, no vale solo con tener 3-4 piezas de utilidad, sino que hace falta contar con una rotación larga que se muestre productiva durante toda la temporada. Algo que en principio posee Miami Heat, pero que debe empezar a utilizar si aspiran a las posiciones de élite en la Conferencia Este.


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Javier Bógalo

Baloncesto como pasión, vicio, y consuelo.