El efecto McCollum

“A veces el mayor desafío de un jugador viene en relación con su papel en el equipo”.

(Scottie Pippen)

Estás en casa, suena el teléfono, del otro lado tu mejor amigo:

— ¡Rápido!, dame el nombre de los cinco mejore escoltas de la NBA.

James Harden – sin duda sería el primero en venir a tu mente, luego pensarías un poco más -, Klay Thompson, Jimmy Butler, Victor Oladipo… mmm, DeMar DeRozan.

— ¡Oh no!, me dicen que ahora son 10.

Devin Booker – esta vez tendrías que hacer uso de tu memoria -, Donovan Mitchell, Bradley Beal, Lou Williams y…y, y, CJ McCollum.

10 nombres, quizás un poco más tomó recordar a CJ, es más, estoy seguro que incluso llegaron a tu mente Michael Jordan, Kobe Bryant, Ray Allen, Allen Iverson y el recién retirado Dwayne Wade. Es curioso, ¿cierto? Los Portland Trail Blazers son un equipo de tradición, un campeonato, tres títulos de conferencia y seis de división deberían ser suficiente aval para tenerlos en el radar, pero rara vez suele ser el primer equipo en el que se piensa y cuando se hace, automáticamente el nombrado es Mr Clutch, Damian Lillard.

En la misma nómina del tercer clasificado del Oeste, se encuentro otro pequeño gigante, el jugador más subestimado de la liga, según Wade, y que hoy un año después de una malísima postemporada, está siendo factor diferencial en la serie ante OKC, ha sido el efecto McCollum.

McCollum, nació en 1991, juega en la posición de escolta y actualmente se destaca en su sexta temporada con los de Rip City. Elegido en el draft de 2013, le tomó casi dos años destacarse, una serie de lesiones lo limitaron y fue hasta la temporada 2015-16 cuando CJ dio el salto de calidad, siendo nombrado Jugador de Mayor Progreso, y desde entonces debería estar en la conversación de los mejores escoltas de la NBA. En tan solo un año, pasó de promediar 6,8 puntos por partido a 20,8, y es habitual top 20 entre los anotadores de la liga.

La frenética serie de postemporada entre OKC y Blazers se ha llevado las miradas gracias al duelo que se vive entre Russell Westbrook y Damian Lillard, sin embargo, también se ha convertido en la vitrina que pone en el lugar que se merece a CJ McCollum, habilidoso con el balón, anotador, y un silencioso pero confiable cerrador de partidos.

Según NBA Stats, en la actual postemporada, CJ está siendo el segundo jugador en promediar más puntos como manejador del bloqueo directo, 12,7 puntos por partido, solo superado por Lou Willliams. Pero McCollum, siempre confiable sin necesidad de tener explosivas actuaciones, expandió su juego esta temporada y como dice Dwayne Wade, “se ha convertido en una pesadilla marcarlo”.

Además de la flotadora, marca registrada, CJ aprovecha el bloqueo para encontrar el espacio perfecto para levantarse y anotar. En los cuatro juegos que lleva de serie, McCollum tiene 16 triples anotados, los mismos que Lillard, pero con un promedio anotador de 51.6%, superior al 44% del base de los Blazers. Este alto porcentaje de alta distancia, se combina con su habilidad para el tiro de catch&shot, que lo hace imparable para los Thunder. A Terrance Ferguson, CJ le anotó 33 puntos en 83 posesiones, a Paul George, estrella defensiva de la liga, 34 en 104.

CJ McCollum ha dado un salto de calidad respecto a la postemporada 2017-18. Pasó de 25,3 puntos por partido a 26,3; pero anota 4 triples por juego, 1,2 más que el año anterior; además, promedia 6.3 rebotes y 4,5 asistencias por juego, aumentando en 4 y 1 respectivamente sus promedios. Finalmente en el registro de +/-, CJ tiene un positivo de +7.8, muy distante del -9.0 del año pasado, cuando los Portland Trail Blazers fueron barridos por los New Orleans Pelicans.

https://www.youtube.com/watch?v=LxsyLGvhtIM

Finalmente, el efecto McCollum llegó cuando más lo necesitaba su equipo. Un mes atrás se temía que un esguince del músculo poplíteo de la rodilla izquierda lo dejara por fuera de la fiesta de la postemporada, suficiente preocupación para un equipo que además perdió a Jusuf Nurkic por una lesión. Un año pasó desde que CJ fue el centro de críticas en Portland, reto que lo obligó a reinventarse. En redes le pidieron ganar un partido de playoffs si quería ser respetado en la liga, él respondió que lo estaba intentando. La postemporada 2018-19 parece ser la redención para McCollum, además, evitar a los Golden State Warriors en semifinales, debería ser suficiente para que Blazers sueñe con una final de conferencia. Sería, en el papel, una tarea cumplida.


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