¿Recuerdas…? | Se cumplen 10 años desde que nos dejó Andrés Montés.

10 años… 10 años sin una persona que nunca conocí en persona, pero que generó un vacío en mi cuando se fue cómo si de un familiar directo se tratase.

Andrés Montes esta relacionado en mi memoria con Michael Jordan y esos partidos de NBA en Canal +.

Recuerdo como mi tío ponía a grabar el video beta (algo que los milenials no conoceis) de mis abuelos, y cuando volvía del colegio, veía esos partidos de los Bulls.

Muchos años viendo a Jordan, creando un mito, un ídolo y escuchando de fondo una voz la cual es muy difícil de olvidar.

Quizás Andrés no fuese el mejor periodista, de hecho, dudo que lo fuera, pero su personalidad alegre, su facilidad para los motes, su afición a las películas y a la música hacían que cada jugador fuera más conocido por el apodo que por su nombre.

Esa mezcla inverosímil entre Andrés Montes y Antoni Daimiel, los polos opuestos, en un pequeño escenario, a los cuales se les veía la cara cuando el partido se detenía. Y es que en ocasiones, partidos de madrugada, partidos toscos y sin sabor, merecía la pena trasnochar sólo por escuchar las conversaciones más inverosímiles de la pareja de ese hombre serio y el hombre calvo de la pajarita.

Antoni Daimiel y Andrés Montes durante la retransmisión de un partido de NBA en 1996

Hace muchos años, escuché una entrevista a Andrés y le preguntaban, si era consciente que era la persona que más había influenciado en el lenguaje castellano después de Chiquito de la Calzada. Andrés lo negó en un principio, pero al final acepto su papel, y es que igual que ahora todos sabemos lo que es un «picaflor«, Andrés introdujo lenguajes propios de baloncesto, y que hoy en día se usan en cualquier conversación.

Jugón, pincho de merluza, vaya piedra… son algunas de esas perlas, sin contar con los motes, Andrés cambió mi vida y la de muchos de mi generación (incluso generaciones posteriores), haciéndonos ver que el baloncesto no sólo era un deporte y que podría llegar a ser una forma de vida.

10 años desde que nos enseñaste que «La vida puede ser maravillosa«, y 10 años donde sé que Andrés sigue narrando los partidos de Los Ángeles.

Recordemos al grande:


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Luis Cuerda aka LYO

Loco del basket. Enfermo de las zapatillas. Streetball como forma de vida.