Manolo Blazquez (Jugador Liga EBA): Mi pasión por el baloncesto viene de familia me temo, mi madre y mi tío Miguel han jugado a baloncesto de nivel y supongo que con esto ya naces con un balón de baloncesto bajo el brazo.
Jorge Bilbao (Jugador NCAA): De pequeño yo quería ser portero de fútbol pero debido a mi altura me metieron en el equipo de basket del colegio. Aunque al principio estaba descontento con ello, poco a poco me empezó a gustar más y más y ahora aquí estamos.
Miguel Raez «Bonete» (Jugador Liga EBA): Al fútbol le “tenía más miedo que once zorras” como dicen en mi pueblo (risas). Una vez probé en escolapios y mi padre nos dejó a los 15. A los 16 me pegué un año sin jugar y aprendiendo. A los 17 empecé a coger confianza y a soltarme. Y hasta ahora…
Jose Ajero (Periodista NBA): Por infección de mi hermano. Dos metros de ala-pívot jugaba desde que apareció por el colegio. Yo, no. Pero veía, veía y veía… Vamos un poco lo de ahora. Cuando llegue a la Universidad, sin ser un tipo obsesivo con el basket, era el puto jefe. Me puse aún más las pilas y pillaba cacho en cada programa, revista, diario que improvisábamos sobre deporte. Nadie sabía una palabra de basket.
Juan Carlos Vilches (Jugador Liga EBA): De pequeño toque todo tipo de deportes, baloncesto, futbol, karate, natación…era un chaval hiperactivo. Pero elegí baloncesto porque era el deporte donde mejor me lo pasaba y más cómodo me encontraba, e incluso conocí a mis actuales mejores amigos. También, con el tiempo, el baloncesto me ha ido mejorando como persona, me hizo madurar e incluso aprender valores de la vida. ¡Por lo tanto puedo decir que el baloncesto es parte de mi vida!
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