Opinión | No juzgues a un libro por su cubierta.
Todo comenzó el 25 de Junio de 2015 en el Barclays Center de Brooklyn. El Draft de 2015 transcurría con normalidad y todos estábamos expectantes a través de la televisión o por el teléfono móvil para ver que joven promesa sería seleccionada en los primeros picks del Draft.
Karl-Anthony Towns era seleccionado por los Minnesota Timberwolves, D’Angelo Russell por Los Ángeles Lakers, Jahlil Okafor por los Philadelphia 76ers… Y llegaba la hora de saber quien sería el pick número cuatro del Draft. Este número en la lista pertenecía a New York Knicks, un equipo que necesitaba muchísimo talento joven ya que no estaban en buen momento y su auge baloncestístico estaba decayendo… Los aficionados neoyorquinos aparentaban nerviosismo y estaban deseando saber ya quien sería su joven promesa… (imaginaos un redoble de tambores en vuestra cabeza) Kristaps Porzongis era el seleccionado por parte de la franquicia de los Knicks, el joven interior letón que provenía del Baloncesto Sevilla, cuando de repente se escuchan abucheos y los aficionados del equipo presentes muestran su cara de desagrado…
A partir de esta situación pensé y reflexioné a lo largo del día… ¿De verdad a los aficionados de los Knicks no le gusta Porzingis? ¿Realmente saben qué tipo de jugador es? ¿Lo habrán visto jugar alguna vez? ¿Por qué abuchean?
Si algo me ha quedado claro de esta situación es que nunca, nunca puedes juzgar a una persona antes de conocerla y dudar de ella sin que esta todavía no te haya demostrado nada. Seguro que aquellos aficionados que abuchearon durante la elección, a día de hoy, están gritando cómo locos en el Madison, ya que Porzingis durante este arranque de la temporada ha callado muchísimas bocas. Un claro ejemplo de ello es el reciente partido que disputó frente a los Hornets, en el cual anotó 29 puntos y cogió 11 rebotes, un partido en el cual el público acabó coreando al unísono su nombre…
El nivel que está mostrando la joven promesa de Letonia es bárbaro, un tipo de juego increíble, un tipo de juego al cual estábamos acostumbrados a ver. Vuelos por encima de los rivales, saltos estratosféricos y tapones para dar y regalar. También es verdad que desde que ha llegado a la NBA, se le nota una mejoría a la hora de moverse en el poste.
Nunca dudé de este jugador, incluso siempre que echaban un partido del Baloncesto Sevilla siempre lo veía para verlo a él, ya que para mi gusto es un jugador diferente, un jugador que puede llegar muy lejos si sigue trabajando duro como lo está haciendo.
El Rincón del triplista.
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