NBA | Somos diferentes. Vince Carter… también.
“Everybody is different. Everybody has different styles. Just do it the best way you know how”. – Vince Carter
Gary Payton penetra con el costado derecho, su lanzamiento se queda corto, los intentos fallidos por hacerse con el rebote dejan el balón en el limbo. De repente, sobre la línea de los tres puntos, un joven Vince Carter roba el balón y ataca el aro. Frente a él se planta Frédéric Weis – una muralla de 2.18 metros de estatura y 117 kilogramos de pesos-. Vince, actúa como quien no se entera, y se eleva sobre el francés. El resultado: “le dunk de la mort”.
Era el 25 de septiembre del año 2000, se jugaban los Juegos Olímpicos de Sidney, el equipo de baloncesto masculino de Estados Unidos enfrentaba a Francia. De haber sido otro jugador, diferente habría sido la resolución. Allan Houston habría tomado un tiro o Jason Kidd habría asistido a Kevin Garnett. Somos diferentes…
21 temporadas han pasado desde el debut de Vince Carter en la NBA. 19 desde que deslumbró al mundo en el All Star Weekend Oakland 2000. Mientras el calendario resta días a la temporada 2018-2019, Vinsanity – ahora en Atlanta Hawks -, se pasea por los coliseos brindando algunos destellos del jugador que fue. Atrás quedó el explosivo rey de los aires que anotaba 25 puntos por partido. Hoy sobrevive de la larga distancia y promedios de 6.8 ppp, 1.0 app, 2.7 rpp. Nada mal para un cuarentón, pero números lejanos de aquel jugador que supo enamorarnos con su espectáculo en la primera parte de la década pasada.
De los años 90 aún sobreviven dos hombres en activo: Air-Canadá es uno de ellos (el otro es Dirk Nowitzki). Aunque no lo anuncia, podríamos estar viendo el final de su carrera: campeón con la selección de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, sin ningún título de NBA, para Carter son 21 años en el maderamen del baloncesto profesional. 11 postemporadas, además de reconocimientos como el novato del año (1999), ser elegidos para el segundo mejor quinteto (2001) y tercer mejor quinteto de la NBA (2001) o la elección en ocho temporadas consecutivas para el juego de las estrellas, adornan su extensa carrera.
Toronto Raptors y New Jersey Nets fueron los anfitriones de sus mejores años. Temporadas después, su desgastada carrera se vino a menos con sus pasos por Orlando Magic, Phoenix Suns, Dallas Mavericks, Memphis Grizzlies, Sacramento Kings y Atlanta Hawks. Aunque la pregunta lo irrita, Carter se muestra risueño ante los periodistas que preguntan ¿por qué elegir un destino sin opciones de título? Manifiesta que aún puede aportar, “no quiero un campeonato desde el banquillo”. En la actualidad, más allá de su edad, nadie lo señala con el dedo índice, nadie le pregunta por su mate de 360° o “le dunk de la morte”. Si es o no su última temporada, no está claro. Solo resta disfrutar de la magia que aún le queda. Pudo retirarse un lustro atrás cuando su legado estaba completo, no lo hizo… ¿Por qué? seguro Carter, ahora con 42 años, sonreiría al responder: al final, somos diferentes. Vince Carter… también.
¡Gracias Vince!
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