Liga EBA | CBV se da un festín anotador para acabar 7º

Manuel Jiménez Junior, entrenador del CBV, no podía evitar una sonrisica el lunes por la mañana, cuando algunos de sus jugadores ya iban dejando el equipo, el club, el pueblo y el país. La sonrisica de quien ha terminado la temporada en séptimo lugar, la sonrisica de quien ha anotado su máxima puntuación de la temporada en el último partido delante de su afición: los troyanos.

¿Quién le iba a decir a Erikas Kalinicenko, cuando anotó la primera canasta del encuentro, que iba a ser su mejor partido? 17 puntos en 23 minutos, 19 de valoración.

A pesar de lo duros que son los de Guadalajara y de que empezaron por delante en el marcador, un parcial de 14/0 en cuatro minutos, POUM, ponía por delante al CBV. El primer cuarto fue un anuncio, 25 a 17, de lo que iba a ser el resto del partido.

Las muñecas se calentaron, los jugadores sabían que había que demostrar lo buenos que eran y los punticos cayeron uno tras otro para el 54/33 del descanso. El Erikas iba a lo suyo, ¡otro reloj despertador, otra muñeca chochona, otro triple! Y sin que el público se hubiera terminado la bolsa de pipas porque el partido era a las 17.30, el CBV ya ganaba por 30 puntos a su rival hasta llegar al 100/56 definitivo.

Muchos abrazos, muchos besos, alguna lagrimeja y ahora toca no parar porque el equipo de Villarrobledo ya está inmerso en la próxima temporada. Si quieres saber por dónde van a ir los tiros, tendrás que esperar porque este club ha demostrado que Villarrobledo respira baloncesto, transpira baloncesto. Saltaron del descenso a la séptima plaza del grupo B de la liga EBA, desde abajo, abajico, desde aquellos 59 puntos del 24 de septiembre frente a Canoe.

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